“El empeño en promover una Constitución absurda pero cómoda para el statu quo con la fuerza del dinero y bajo el resguardo de los escudos policiales es un atentado criminal contra el futuro de Bulgaria. El Parlamento sigue  funcionando y ha intentado, con enmiendas al Código Electoral, invalidar, prácticamente, el voto mecánico y abrir posibilidades para corromper  todas las elecciones subsiguientes”. Así  lo ha manifestado en una declaración el presidente de Bulgaria, Rumen Radev, al referirse a los sucesos de los últimos días  en Bulgaria. ​“Las acciones de la mayoría gobernante no amenazan solamente la paz civil. Profundizan la crisis y convierten Bulgaria en un rehén de su supervivencia política”, ha señalado Radev. El jefe de Estado ha condenado la violencia policial ejercida sobre los manifestantes y ha llamado tanto a los contestatarios como a los policías a conservar la serenidad y no sucumbir a las provocaciones. “La protesta es la única vía para prevenir que la democracia búlgara sea usurpada. Es deber de todo ciudadano búlgaro decir: “No a la violencia, a las represiones y a la ilegalidad”, ha subrayado el presidente y ha insistido en la dimisión inmediata e incondicional del gabinete como única salida posible de la crisis.