Las autoridades de Bulgaria “han emprendido pasos para perseguir y castigar a funcionarios que hayan atentado contra los derechos del hombre, pero  estas actuaciones son insuficientes”. Constata lo anterior el informe anual  del Departamento de Estado norteamericano relativo al estado de los derechos humanos en el mundo. Se han enumerados como problemas graves los casos de violencia policial; las detenciones arbitrarias; problemas graves en la  independencia del poder judicial; restricciones acentuadas de la libertad de expresión y presión corporativa sobre los medios; intentos de control sobre las políticas de redacción de la Televisión y la Radio Nacionales de Bulgaria, entidades de financiación pública, a través de influencia politizada sobre sus directivos; participación impune de funcionarios en tramas corruptivas y violación de las reglas para las contrataciones púbicas. Se estima que el Gobierno, en su conjunto, respeta la libertad de expresión y que el sistema de Justicia aplica, por lo general, el derecho a proceso judicial justo y público.