Miles de personas de todo el país han protagonizado una protesta contra el Certificado Verde Covid y las medidas antiepidémicas, organizada por el partido Resurrección. Los contestatarios han cortado el tráfico por la avenida frente a la Asamblea Nacional.

La tensión entre los manifestantes y los agentes policiales y las unidades de la Guardia Civil que los custodiaban ha ido escalando tras llamados lanzados por los oradores y los organizadores de la protesta a asaltar el edificio de la Asamblea Nacional.

Los reporteros de Radio Nacional de Bulgaria han informado que la multitud ha roto el cordón policial y se ha plantado ante la entrada central del histórico edificio.

“Hoy entraremos y haremos preguntas a los diputados, y mañana los sacaremos con los pies por delante. Lo que está ocurriendo hoy no es sino el comienzo de un proceso que no puede ser detenido, porque somos búlgaros orgullosos y estamos luchando no sólo por nosotros, sino también por nuestros hijos, ya que lo que tenemos ahora es un fascismo sanitario. Ya es hora de defender nuestros derechos. ¡Viva Bulgaria!”, ha expresado ante la multitud Tsoncho Ganev, vicepresidente del grupo parlamentario del partido Resurrección.

Antes del inicio de la acción de protesta pacífica quedaba detenido un individuo que llevaba un arma de gas. Durante la propia protesta fue frustrado un intento de irrupción en el edificio de la Asamblea Nacional, en el que resultaron heridos ocho policías, ha comunicado el Ministerio del Interior.

También ha sufrido una agresión el equipo de periodistas de la cadena televisiva privada bTV, que hace unos días desveló que un tercio de los diputados del partido Resurrección, enemigo acérrimo de las medidas antiepidémicas, estaban vacunados.

Poco antes de iniciarse la protesta, los diputados recibieron instrucciones de abandonar con rapidez la sede parlamentaria.

“Hoy, en el día en que Bulgaria notifica el número máximo de nuevos contagios de coronavirus en lo que va de pandemia, hacer una protesta contra las medidas de prevención y el Certificado Verde es paradójico y una demencia criminal”, ha expresado ante la agencia de noticias BGNES la  destacada viróloga búlgara Prof. Radka Arguírova. A su juicio, los organismos competentes encargados de proteger el orden público deberían exigirles responsabilidad a los organizadores de acciones de protesta de estas características.