En gran medida la crisis del gas se está exagerando, incluso desde el punto de vista político. Existe una crisis cuando no hay ofertas y cuando no hay gas en el gasoducto Turkish Stream, mientras que la región dispone de gas natural. La problema es que los contratos ofrezcan combustible azul a un precio bajo para el consumidor final que es el objetvo que persigue el Gobierno. Además sigue existiendo el peligro de pagar las cantidades de combustible azul conforme la cláusula de “tomar o pagar” (take or pay) con Gazprom. Es lo que ha opinado en Nova News, Ivan Jinovski, experto en energía y presidente del Foro Búlgaro de Energía y Minería.

Según él, es más importante el tema de los Planes Territoriales para las regiones carboníferas, sobre el cual Bulgaria no de momento no ha emprendido nada. Según Jinovski, el Gobierno debe presentar una postura al respecto ante la Comisión Europea antes del 23 de agosto, la fecha límite para que Bulgaria exprese su opinión. De no hacerlo el cierre de las centrales térmicas será inminente.