Caótica e impredecible: en éstos términos describen los empleados en el turismo la temporada de verano en la costa del mar Negro que se va. A pesar de los recelos previos relacionados con la guerra en Ucrania, la pandemia y la crisis económica, los centros de verano este año estaban a tope y predominaban los turistas búlgaros frente a los extranjeros.

“Una gran parte de los operadores turísticos que trabajan con programas chárter redujeron sus capacidades pero en general la temporada ha sido más fuerte que la del año pasado desde el punto de vista de las reservas”, ha dicho para Radio Bulgaria Desislava Dimitriva, miembro de la Cámara Regional de Turismo de Burgás. 

Todavía es pronto hacer un balance, pero la animación en los centros y las villas vacacionales ha sido visible. Los turistas se han mostrado más interesados en la costa sur del mar Negro, donde en pleno mes de agosto las reservas para algunos de los campings y complejos vacacionales llegaron al 100%.

“Sin duda los ingresos serán mayores que el año pasado, pero no será así para nuestros resultados financieros a pesar de las grandes compensaciones que el Estado paga en estos momentos por las cuentas de la electricidad. La causa es que los hosteleros afrontan gastos que han aumentado un 30%. Parte de los programas chárter terminan a mediados de septiembre, sobre todo los en la costa norte del mar Negro, mientras que la costa sur continúan hasta el mes de septiembre. Muchos colegas ya cierran sus negocios porque es difícil sobrevivir teniendo en cuenta los gastos que van en aumento y los precios inferiores de los paquetes que en septiembre son un 30% más bajos en comparación con julio y agosto”, dice Desislava Dimitrova.

En estos momentos muchos hosteleros en la costa del mar Negro ofertan rebajas “de último minuto” ya que para los turistas lo que importa no son solo los precios, sino las previsiones meteorológicas en septiembre y por esto hacen sus reservas en el último momento. La buena noticia es que este año podremos gozar del verano tardío y la temperatura del agua de mar hasta finales del mes no bajará por debajo de los 22 C, a juicio de los sinópticos.

“No tenemos reservas que se hayan hecho con anticipación para garantizar una temporada estable, dice Desislava Dimitrova. Si el pronóstico es que hará sol, como por ejemplo esta semana, cuando se esperan temperaturas de 32º C, se hacen reservas en el último minuto. Son de turistas mayores y familias con hijos. Este es el grupo que esperamos en septiembre. En estos momentos hay grupos de alumnos, seminarios y otros eventos. Los colegas trabajan con optimismo y tratan de prolongar la temporada. Todavía se desconoce cómo serán las compensaciones para la electricidad en octubre para los hosteleros que desean acoger turistas el próximo mes”, termina diciendo Desislava Dimitrova.

Versión al español de Hristina Táseva