El 28 de septiembre, el cumpleaños de Marín Goleminov, en la ciudad natal de compositor, Kyustendil, se hace entrega del premio a su nombre. Este galardón es adjudicado por un prestigioso jurado en que toman parte célebres músicos, personalidades públicas y representantes del Ayuntamiento de la ciudad. El portador del premio nacional Académico Marín Goleminov para 2022 es Gueorgui Dimitrov, un director de notable biografía artística y una experiencia de 50 años en el ámbito de la música sinfónica, operística y el oratorio.

“Se trata de una distinción muy alta, ha señalado Gueorgui Dimitrov para Radio Bulgaria. Me siento extremadamente agradecido a las personas que me han nominado y que son algunos de los más famosos músicos búlgaros como Gueorgui Minchev, Plamen Dzhurov, Pavel Guerdzhíkov, Boyanka Arnaúdova, entre otros. Para mí esto es un reconocimiento para mi trabajo como director que ha trabajado con todas las orquestas búlgaras y como director invitado en varios países europeos.

Recuerdo a Marín Goleminov como una persona magnífica, un gran erudito y músico. Nos conocimos hace años en Ruse, cuando preparábamos su bella ópera El iconógrafo Zajari, con director Plamen Kartálov. Entonces él vino, trabajamos sobre la puesta de escena, conversamos. Personalidades de su talla son una gran rareza”.

Gueorgui Dimitrov no ha logrado asistir a la ceremonia de entrega del premio, ya que ésta coincide con la clase de maestría para directores que imparte en Sofía pero ha enviado un mensaje en vídeo al jurado y el Ayuntamiento de Kyustendil para agradecer el prestigioso premio. 

El pianista Vesko Stambolov, portador del premio para el año 2020, ha ofrecido un concierto, ha señalado para BNR Lili Goleminova, nieta de Marín Goleminov, que es parte del jurado. Lili Goleminova ha señalado asimismo que el músico ha invertido los medios recibidos como parte del premio recibido hace dos años para lanzar un disco de obras de piano de autores búlgaros, entre las cuales están las cinco impresiones para piano de Marín Goleminov.

El disco fue lanzado en España, donde Vesko Stambolov vive y trabaja desde  hace años y ya ha recibido reseñas muy buenas de la crítica profesional.