En la madrugada del 1 de noviembre, drones rusos atacaron el centro regional ucraniano de Poltava. Viviendas civiles fueron alcanzadas y un incendio estalló en el lugar de las explosiones, informó el jefe de la administración militar, Dmitry Lunin. Una gran parte de los drones fueron derribados, informa UNIAN.

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, anunció que de los 55 misiles de crucero rusos lanzados el 31 de octubre contra ciudades ucranianas, 45 fueron destruidos por la defensa aérea. En el día 250 del inicio de la guerra, Zelenski anunció que Rusia había disparado 4.500 misiles contra su país. En declaraciones a la Asociación de Abogados Internacionales el presidente expresó su esperanza de que los involucrados en crímenes de guerra rindan cuentas ante un tribunal especial.

Uno de los misiles rusos disparados contra Ucrania el 31 de octubre aterrizó en Moldavia. En respuesta Chisinau expulsó a un diplomático ruso del país.

El líder ruso, Vladimir Putin, admitió que el último bombardeo masivo de ciudades ucranianas fue en represalia por el ataque contra la flota rusa del mar Negro en la ocupada península de Sebastopol . Putin comentó ante los periodistas: "En parte es así. Pero eso no es todo lo que pudimos hacer", informa Interfax.