Después de las bellas fiestas cristianas de primavera, como el Día de San Lázaro, el Domingo de Ramos y la Resurrección de Cristo, llega el Día de San Jorge, en el que la Iglesia celebra el día de uno de sus primeros mártires. El joven Jorge se alistó en el ejército, donde demostró que era un buen soldado y ascendió rápidamente en la jerarquía militar hasta convertirse en guardia personal del emperador Diocleciano. En el año 303, el soberano promulgó un edicto para perseguir a los cristianos por todo el Imperio Romano, y Jorge recibió la orden de participar en las persecuciones. En lugar de ello, el valiente guerrero reveló que era cristiano y criticó la decisión del emperador. Los martirios que padeció san Jorge por la fe cristiana fueron enormes e insoportables desde el punto de vista de los cristianos actuales. Durante la tortura, San Jorge sobrevivió milagrosamente, y esto llevó a muchas personas a creer en Cristo, y a otras a declarar públicamente y sin miedo que eran cristianos. Siguiendo el ejemplo del Salvador, que venció a la muerte y al sufrimiento, San Jorge también aceptó el martirio en aras de la Salvación. San Jorge siguió haciendo milagros e iluminando con su fe a los que le rodeaban. Finalmente, el mismo Jesucristo apareció ante él y, consolándole, le puso una corona en la cabeza, con la promesa de reinar con Él en el Reino de los Cielos.

• San Jorge – Gran Mártir y Vencedor 

Según la hagiografía, San Jorge fue decapitado el 23 de abril. Esta fecha fue conmemorada por la Iglesia Ortodoxa en Bulgaria hasta 1916, pero con la introducción del calendario gregoriano el 6 de mayo fue adoptado como fiesta del santo.

• Día de San Jorge