A las 12.00 en punto en toda Bulgaria sonaron sirenas durante dos minutos y la gente detuvo sus actividades para honrar la memoria del poeta revolucionario Hristo Botev y de todos quienes fallecieron por la libertad e independencia de la patria. Anteriormente, en el pico de Okolchitsa, donde el héroe búlgaro y su destacamento encontraron su muerte hace 147 años, comenzó la tradicional peregrinación nacional al monumento del revolucionario. El primer ministro interino, Galab Donev, también participó en el evento, recibió a la guardia de honor al pie de la cumbre y pronunció un discurso. "Vivimos en una época de gritos, en la que es difícil distinguir la verdad de la mentira", declaró. El primer ministro llamó a no guardar silencio sobre la verdad y a escuchar hoy el testamento de Botev y de los que murieron por una Bulgaria libre e independiente.

En la Asamblea Nacional los diputados honraron el Día de Botev con declaraciones en nombre de sus grupos parlamentarios.