“No hay riesgo de que Bulgaria se quede sin combustible”, ha declarado el ministro de Finanzas, Asen Vasilev, con motivo del anuncio de Lukoil de que está considerando vender su negocio en Bulgaria.

En su página web, la empresa explica que "la revisión de la estrategia es consecuencia de la adopción por parte de las autoridades estatales búlgaras de leyes discriminatorias y otras decisiones políticas injustas y parciales en relación a la refinería, las cuales que no tienen nada que ver ni con la regulación civilizada de una gran empresa, ni con el aumento de los ingresos presupuestarios del país".

El ministro comentó además que se alegraba por las intenciones anunciadas por Lukoil: "Como saben, ya teníamos información anticipada de que este proceso había comenzado a finales de septiembre - principios de octubre. Cada empresa tiene la oportunidad y el derecho de decidir dónde operar y qué hacer con sus propios activos".

Asen Vasilev señaló que a través del representante búlgaro en la empresa, se debe asegurar la posibilidad de que la refinería siga funcionando con un inversor estratégico, y de esta manera proteger los intereses búlgaros.