Los dos búlgaros que se encuentran a bordo del barco Galaxy Leader secuestrado por los hutíes se encuentran en buen estado de salud, afirmó a bTV la viceprimera ministra y ministra de Exteriores, María Gabriel. "Hubo dos contactos con las familias, nosotros también estamos en contacto constante con ellos", añadió.

Con motivo de la crisis con el barco Ruen, en el que se encuentran ocho marineros búlgaros, la ministra afirmó que tiene información sobre lo sucedido desde el primer momento. "Para mí es muy importante que estemos en contacto constante con todas las instituciones, incluidos los socios internacionales que pueden ayudar en esta situación extremadamente difícil. Para mí lo más importante es la buena salud y el regreso de nuestros compatriotas”, comentó María Gabriel.

El pasado 20 de noviembre, tras desembarcar de un helicóptero, un grupo de separatistas yemeníes secuestraron un carguero en el Mar Rojo. Según el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, el barco Galaxy Leader no es israelí, la tripulación es internacional y el capitán es búlgaro, así como su primer asistente. Israel acusó a Irán de estar detrás del secuestro del barco que navegaba de Turquía a la India. Teherán descartó las acusaciones.

Los hutíes son aliados de Irán y han disparado misiles y aviones no tripulados contra Israel por la guerra de Gaza. 

Los hutíes han prometido tratar a la tripulación de 22 personas "como invitados, según los principios del Islam", siempre y cuando no sean israelíes. Entre la tripulación del barco, que navega bajo bandera de las Bahamas, hay ucranianos, búlgaros, filipinos y mexicanos, pero ningún israelí. El barco fue fletado por un operador japonés.

El 15 de diciembre un barco búlgaro fue abordado a 380 millas náuticas al este de la isla yemení de Socotra, en el mar Arábigo. El granelero Ruen, que navega bajo bandera maltesa, es propiedad de la compañía Navigation Maritime Bulgare (Navibulgar). A bordo se encuentra una tripulación multinacional de 18 miembros, entre ellos ocho búlgaros. Hasta el momento no hay ninguna comunicación con los marineros búlgaros, afirma Navibulgar.