Un día antes del boicot a las cadenas de supermercados, anunciado para el 13 de febrero a causa de los altos precios, la Asociación de Capital Industrial de Bulgaria y la Asociación Nacional de Procesadores de Lácteos señalaron que en el último año el precio añadido sobre los precios originales de venta de los productos lácteos ha llegado a alcanzar el 100% y más, y que "en muchos casos no tiene nada que ver con las condiciones reales del mercado ni con el coste de producción". Las asociaciones exigen que el Estado proteja a los productores, a los procesadores y a los consumidores búlgaros.

Hoy la Comisión para la Protección de la Competencia (CPC) ha anunciado que, en gran medida, los precios de los alimentos en Bulgaria están influidos por los precios de las bolsas mundiales. La CPC añadió que entre sus competencias no figura "la posibilidad de regular los precios" y "entre sus atribuciones no figura la de detectar y sancionar la especulación de los comerciantes, ni frenar los procesos inflacionistas". La Comisión está realizando actualmente un estudio sobre la subida en los precios de los alimentos básicos.