Las familias romaníes del barrio "Fábrica de Azúcar" de la capital, que perdieron sus hogares después de que el 15 de abril sus casas construidas ilegalmente fueran demolidas, están llevando a cabo una protesta de cinco días. La acción comenzará por la tarde desde la avenida "Slivnitsa".

A pesar de los llamamientos del Tribunal Europeo de Derechos Humanos y del Comisario de Derechos Humanos, Michael O'Flaherty, a las autoridades búlgaras que les proporcionen refugio, la gente sigue viviendo en tiendas de campaña. La administración municipal señala que no pueden ofrecer viviendas, ya que la mayoría de las víctimas tienen domicilio registrado en otras poblaciones.

"Llevamos veintitrés días esperando una respuesta del Ayuntamiento de Sofía. Nuestra situación es trágica: por vigésimo tercer día, nuestros niños duermen a la intemperie", declararon los manifestantes a Radio Nacional de Bulgaria.