La ciudad de Kyustendil, situada a los pies del monte Osogovo y a orillas del río Bánshtitsa, ofrece las óptimas condiciones para el cultivo de cerezas en Bulgaria y precisamente allí la cosecha de esta sabrosa fruta es la más abundante.

Para atraer la atención hacia las cerezas de Kyustendil, famosas en Bulgaria por su excelente sabor, dulzura y suculencia, el Ayuntamiento de Kyustendil organiza una Fiesta de la Cereza. Se celebra en los últimos 15 años en el centro de la ciudad y presenta la gran variedad de las especies de cerezas blancas y rojas que se cultivan en la región. 

Esta fruta es motivo de gran orgullo entre los vecinos de Kyustendil y por esto no hay patio en la ciudad donde no haya al menos un cerezo. Se ha consolidado como una tradición en esta parte de Bulgaria el dulce de cereza.  Los vecinos de Kyustendil dicen que no pueden recibir el invierno con tranquilidad si no han preparado este dulce en primavera. Las cerezas son muy bellas cuando están ordenadas con mucha fantasía como se suele hacer durante la Fiesta de la Cereza.

Nos convence de ello Dimitrinka Ukalska, del Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Kyustendil, y agrega que este año la fiesta se extenderá del 24 al 26 de junio. 

“La organización de la fiesta resulta difícil porque se desarrolla durante la recolecta de las cerezas cuando la gente de la ciudad está muy ocupada. La fiesta tiene lugar el último fin de semana de junio cuando madura el mayor número de las especies de cereza cultivadas en nuestra región. En el lejano año 1896 en nuestra ciudad tuvo lugar la primera feria de fruticultura y la fiesta es su sucesora. Al organizar la fiesta expresamos nuestra gratitud y el hecho de que valoramos las frutas que nos regala la tierra natal. 

El segundo día de la fiesta es el más importante. Se organiza un concurso de cereza más grande, de pintura con cerezas y elaboración de figuras con cerezas que se ha convertido en una atracción en Kyustendil.

“Se toman cerezas unidas por los rabos que se colocan alrededor de una vara y se hace algo parecido a un racimo de cereza, explica Dimitrinka Ukalska. Pesa más de un kilo y es una combinación de distintas especies de cerezas. Cuando uno come de este racimo goza de distintos sabores y el agrado es enorme.

Lo que llama la atención durante la recolecta de las cerezas en Kyustendil es la generosidad de nuestros vecinos y su gran laboriosidad. Aportan a la abundante cosecha las características naturales de nuestra región como el aire limpio, el suelo fértil y las fuentes de agua mineral”.

Aparte de los productores participan en la fiesta de la cereza distintas instituciones. Por ejemplo el Instituto de Agricultura de Kyiustendil presenta este año diez especies de cerezas que tienen un futuro muy prometedor.

En el programa de diversión son más activas las casas de cultura. Un hito culinario del año pasado es la bánitsa con cerezas de Kyustendil”.

Versión al español de Hristina Táseva